Como si fuera posible en día templado, en invierno cansino, frío y matutino. Deambula sin pedir permiso el claro e inconfundible haz de luz que divide la soberanía y viola la calma en medio del descanso absoluto. La silueta irrefrenable y prístina decoran el despertar suave y cándido de lo que tu cuerpo profesa. El mismo que regala miradas inconclusas en ojos superfluos. El sonido inaudible para muchos sostenido de tu alma, recorre la habitación empapando de sentido y alegría cada espacio. Aquellos ojos almendrados y húmedos de sentimiento, reclaman un día nuevamente. El reloj se come el tiempo y lo hace suyo repicando cada dos minutos. Tu impulso eleva tu humanidad hacia un nuevo día mientras tu cama en sollozos no se perdona perderte. A pies descalzos, el suelo genera un camino tibio y cómodo. El agua espera su turno anhelando deslizar sus brazos día a día en tu imágen cálida . Esa imagen de amor profuso, claro y a borbotones que se adosa simplemente a quien ve en ti mas alla de las palabras y lo demuestra en simpleza y lealtad. Al emprender el viaje diario..tan solo se..que el color de tu alma alimenta mis palabras descritas.
Escrito por Rodrigo ( Sitio web)
Gracias Rodrigo!!!
Marce
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